Será como si hubieses muerto.
Como si el llanto hubiese
desenhebrado el bosque de tus ojos
en hilos finísimos.
Un lívido silencio descorrerá entonces
el íntimo telón
el íntimo telón
a los faros monstruosos y
ciclópeos
desnortándose, buscándote por el
mundo,
disparando inertes y mareadas brújulas,
trastabillando torpemente bajo el
ojo lunar
-cómplice miope y nublo-,
vociferando gritos de niebla
iluminada
por un fanal tristísimo.
Se hundirán buques vigías en el
puerto solitario
despeñándose por entreabiertas
simas
y volverán por ellos desmayados faros
ciclópeos
desnortándose, buscándolos por el
mundo,
rescatando vestigios.
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